Descripción
Esta caída de agua, posee unos 40 metros de altura y 120 metros de ancho, sus aguas provienen del río Carrao, lo que le proporciona al turista vivir una verdadera ilusión óptica, pues su afluente permite visualizarla como una enorme fuente de luz que se derrama por doquier, pero la vista no termina ahí ya que desde este salto se puede contemplar tres tepuyes característicos de Canaima: zamuro, venado y cerbatana a la par de la verde sabana.
Salto El Sapo (Canaima) Este salto posee una particularidad, y es el hecho de tener un camino intermedio en la parte rocosa lo que permite transitar a las personas exactamente por detrás de la cortina que las caudalosas aguas que se forman a su paso. Después de cruzar por debajo de El Sapo, se puede seguir caminando hasta el segundo salto, llamado «El Sapito», también de gran belleza. Pero lo que más deslumbra ahí es el color ámbar de sus aguas, que combinado con la espuma y las corrientes forman un espectáculo formidable.
La sensación de paz que se vive en El Sapo es sencillamente indescriptible, llegar allí es confirmar que cada rincón de Canaima tiene su atractivo especial, lo que demuestra que Venezuela es rica y diversa en su geografía.