Ayer un lanzamiento de 17,90 m en el Meet de Brezice le dio sentido a tanto sacrificio, al convertir a la balista en la sexta atleta de su deporte, y la séptima en total, con marca mínima a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
“No ha sido fácil venirse a otro país, dejar a la familia, adaptarse a otro clima, a otras costumbres, pero es que aquí he hecho mis mayores progresos”, repasaba desde Eslovenia la medallista de bronce del Suramericano de Lima. “Yo llegué con 15 metros y en un año mejoré dos. Este año llegué muy tarde y estaba atrasada con todo, muy ansiosa, pero logré controlarme y las cosas empezaron a salir”.
Espinoza intuye la mano de su mentor, “Ufa”, detrás de la serie de acontecimientos felices que la tienen en su segundo Mundial y sus primeros Olímpicos. “Todo esto ha sido como un milagro, porque cuando William murió en 2011 yo estaba como perdida, desamparada, sin ganas, y ahí mismo salió el proyecto de Eslovenia, que tanto bien me ha hecho. Yo sé que él metió su mano”.
Ahora la barloventeña espera ser competitiva en los compromisos venideros:“Queda luchar para tratar de conseguir un podio en los Panamericanos y, ¿por qué no?, una final mundial. Me gustaría que apenas termine en Toronto podamos regresar a Eslovenia, para prepararnos de cara al Mundial”.
CIFRA DEFINITIVA
La delegación venezolana en Toronto quedó definitivamente en 351 atletas, 196 en masculino y 155 en femenino, luego de que se actualizara el cálculo del tamaño de la avanzada, y se procediera a la inscripción nominal.